Mi querido hijo…
Espero que al recibo de la presente estés bien; yo bien.
Está
amaneciendo y me he acordado de ti… Cada día, a esta hora, te enfundas las
zapatillas y sales a dar los buenos días a esa ciudad que se despereza. Al rato
vuelves habiendo cubierto la primera etapa. Te duchas y cambias el color de tu
cuerpo con un traje y una camisa blanca; con maestría te miras en el espejo
mientras las manos logran el nudo perfecto de una corbata que es la guinda para
una presencia elegante con una chispa juvenil. Te observo desde un recodo del
pasillo, me gusta mirarte desde esas esquinas que no controlas y así verte
crecer sin interferir en esos minutos tan tuyos… Y pienso cómo eres, como te
veo… Y sí, eres imperfecto, a veces egoísta, desordenado, tan cerrado para tus
sentimientos que ni con taladradora puedo perforar lo que te duele y no dices…
¡Cuántas
veces nos enzarzamos! Nuestras conversaciones son un combate de boxeo donde
ninguno nos escuchamos. Nos echamos en cara hasta el calcetín que yace en el
suelo mudo e ignorante ante tanta bobada de una madre y un hijo, pero cuando
nos quitamos los guantes y nos bajamos del ring somos capaces de mirarnos y,
aún con el orgullo herido, también nos susurramos un te quiero.
Lejos
de esas manchas, tu corazón late sano, sin dobleces en tu carácter risueño. Tus
ojos achinados siempre miran con tanta luz que cuando ríes parecen dos
semáforos chocolate. Tus pies tienen alas, tu sonrisa es la tarjeta de
presentación y eres, en resumen, tan buena gente que cuando te pienso me
convenzo que como tú hay muchos y aunque paséis desapercibidos en la gran masa
global, el mundo podrá despertar cada mañana con esperanza porque gente como tú
hace que la vida merezca ser vivida con una enorme sonrisa.
¡Ah! Recuérdame cuando nos veamos que nos tiremos durante un rato los trastos a la cabeza, lo echo de menos.
Te quiere…
Tu
madre
6 comentarios:
Emocionante esta carta para el hijo. ¡Quién no ha vivido momentos parecidos? El amor todo lo tapa y todo lo puede.
Un abrazo y enhorabuena por provocar sentimientos.
Como lo mas normal es no ser normal, y tu y yo no lo somos, seremos siempre la versión low cost de muchas cosas menos de lo que nos queremos.....Atentamente, tu hijo
Me he visto reflejafada completamente. Cómo si de un espejo se tratase.
Excepto el color de ojos que al leer por segunda vez he leído azules.
Añadiendo por mi cuenta como el infinito mar, cómo el cielo en primavera.
En todo lo demás. ... Te has metido, acaso, en mi piel?
Fabuloso amiga. Fluyen sentimientos y los describes con tanta maestría. ..
Estoy emocionada. Un hijo es siempre un hijo.
Besos de Reina
Preciosa y atinada carta.
Paso con mucho aprecio a dejarte un cordial abrazo. Me encanta visitarte y tus visitas a mi blog.
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