Relatos de MªÁngeles Cantalapiedra
"HÁBLAME PARA QUE YO TE VEA" SÉNECA
miércoles, 17 de mayo de 2023
LA VIDA SECRETA DE LAS MARIPOSAS Los tomates tienen sabor
domingo, 7 de mayo de 2023
TODO ESTÁ BIEN
Mauricio se rasca la cabeza, luego los riñones; se ha levantado hoy demasiado perezoso o no tiene motivación alguna por construir un domingo más con ilusión. Se acerca a la nevera y rastrea con la vista qué preparar para comer. Nueces se sienta a su lado en espera que su amo se decante por algún alimento y pille cacho de su decisión. Mauricio se da cuenta y tira de un paquete cualquiera y saca una raja de lomo y se lo da. El perro lo caza al vuelo y le mira agradecido pero al segundo le observa con angustia. Es animal pero percibe que su amo no está bien. Restriega el hocico contra el pantalón de Mauricio y este se agacha.
sábado, 22 de abril de 2023
HORTENSIA Y SUMÁGICO TRABAJO
Emmanuel Carrère,
Rosa Montero, Mariano Sigman, Héctor Abad Faciolince, Aroa Moreno, Manuel
Vilas, Elia Barceló y Joana Marcús son algunos de los protagonistas de La Noche
de los Libros 2023, que se desarrolló, con una programación bibliodiversa y
equilibrada, a lo largo de todo el 21 de abril, en librerías; yo pongo mi granito de arena…
Se enojaba al principio sintiéndose
incomprendida, luego, no dejo de contar sus experiencias con los libros pero ya
no se enfadaba, era una pérdida de tiempo y el tiempo es un momento sagrado y
tan valioso, que perderlo es otro rasgo de los canijos.
Le costó abrir la cerradura porque su atención estaba plegada a otra cosa: el suave rumor de voces dentro de la biblioteca. “¿Qué hago, Hortensia, abro o llamo a la policía?”, “No temas, nadie que se guarezca en una biblioteca puede tener malas intenciones. Anda, no dudes y entra. Eso sí, no hagas ruido no se vayan a asustar”
Pero de pronto, en aquel alboroto
alborotado, se oyó un fuerte golpe. Todos contuvieron la respiración. Desde el
penúltimo estante se acababa de suicidar un libro. Era muy gordo, estaba muy
ajado pero…no muerto.
Despacio, muy lentamente pudo ir
incorporándose, sí, con esfuerzo era muy gordo, al menos mil páginas. Cuando
estuvo incorporado del todo, se sacudió el polvo, dio un manotazo a los cursis
de Los tres cerditos y se puso delante del gato “Ya está bien, ¿acaso un
ingenioso hidalgo, no va a ser leído en esta noche mágica de los libros?”
Hortensia tragó saliva, don Quijote se
acababa de enfadar en gordo. Sin hacer ruido, buscó las gafas de leer y se
aproximó.
- Don Alonso Quijano, ¿me permite que le
lea yo?
- Comience y rapidito, el tiempo es oro
y en nada el niño habrá crecido sin conocerme.
Y la voz suave y dulce de Hortensia
comenzó a leer a sus ilustres invitados, un niño, un ratón y un gato.
“En un lugar de la Mancha, de cuyo
nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de
lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor...”
jueves, 5 de noviembre de 2020
ANGELI DEL FANGO (Ángeles de barro)
“Amar la lectura es trocar horas de hastío por horas de inefable y deliciosa compañía”
Jorge desde que tenía
doce años, los sábados acompañaba a su abuelo a dar un paseo por la Cuesta
Moyano a revolotear costana arriba y abajo. Primero era un paseo lento en el
que observaba al abuelo como sus ojos radiografiaban los treinta puestos; no
tocaba nada, simplemente se dedicaba a bucear con la mirada tranquila y el
gesto amable mientras saludaba a cada uno de los dueños de aquel valle de
sueños por su nombre.
A esa edad Jorge, a
parte de su bicicleta no tenían ninguna pasión. Era un muchacho dócil,
reservado, tranquilo y no mostraba ningún entusiasmo por los libros, aunque le
apasionaba que su abuelo le desvelara los misterios de su biblioteca, pero él
entendía que eran cuentos inventados de la imaginación del yayo y no como una
realidad de aquella sucesión de estanterías en cuyas baldas estaban señaladas
por títulos como “Ciencia, ficción, historia, clásicos, generación del 98…”
Una vez que el abuelo
hubiera paseado los ojos, comenzaba la captura. Sus dedos ágiles se convertían
en depredadores quedándose paralizados cuando encontraban algo que llamara la
atención al intelecto. Entonces, el tiempo quedaba suspendido, las manecillas
del reloj se paraban y comenzaba a examinar el hallazgo de arriba abajo. A
veces Jorge pensaba que si a su abuelo no le daría asco manosear ciertos libros
cuyo aspecto no podía ser más mugriento.
Una mañana de otoño y
lluvia intermitente, se encaminaron a su habitual paseo sabatino. Ese día Jorge
se mostraba más parlanchín de lo habitual cuando el abuelo le dijo mirando al
cielo “Con suerte, un par de nubes se retirarán y saldrá un rayo que acaricie
los libros. Hoy puede ser un gran día, ya verás…”, entonces Jorge le preguntó
“Yayo, ¿hoy qué vamos a buscar?” y el anciano paró un instante, miró
profundamente a su nieto y con una sonrisa de compresión le contestó “A la
Cuesta Moyano no vamos a buscar sino a encontrar”
Aquel verbo “Encontrar”
despertó la imaginación de Jorge y al contrario del abuelo, según llegó y
apareció el rayo de plata que pronosticó el senil hombre, el chiquillo se puso
a perder sus manos entre los cajones allí expuestos. Olvido el asco de rozar el
material, alguno deteriorado demasiado. Al cuarto cajón, entre los libros,
expuestos sus lomos para poder leer fácilmente los títulos, vio uno con letras
doradas que ponía “Angeli del fango (Ángeles de barro)”
Lo sacó con sus dedos
inexpertos y se quedó con las tapas de cartón duro entre las manos. Entonces
trató de sacar con sumo cuidado las hojas que habían quedado solitarias entre
otros libros; después las colocó en la envoltura de cartón. Todo él estaba muy
deteriorado hasta las hojas amarillentas y subrayados algunos párrafos. Miró y
la edición era de 1967, de Arnoldo Mondadori editore. Automáticamente, Jorge se
dio cuenta que estaba escrito en italiano y que, sin embargo, las anotaciones
en los bordes de las páginas estaban en castellano. Volvió al principio y en la
segunda página había una dedicatoria en letra inglesa tan clara y cuya tinta
estaba tan viva que podría haber sido escrita cinco minutos antes de que Jorge
reparara en el libro; decía así, “Florencia, 4 de noviembre 1967… Mi querida
Teo, aquí está la aventura que te prometí sellarla en letra del aciago 4 de
noviembre de 1966 cuando Florencia se convirtió en un inmenso lago sumergido en
las tinieblas. Tu fiel amante Giorgio”
Jorge se volvió y
preguntó a Matías, el dueño de la caseta “Por favor, ¿me puede decir qué día es
hoy?” y el hombre respondió “4 de noviembre, hijo”. A Jorge se le salía el
corazón del pecho, aquel libro era un presagio que, a sus doce años aún no
sabía de qué. Preguntó el precio, rebuscó en el bolsillo y sacó la única moneda
que tenía. “Solo tengo esto”, dijo tendiendo el dinero a Matías y este sonrío
satisfecho por el comportamiento del chico y añadió “Llévatelo”
Ese fue el inicio de la
gran aventura con los libros de Jorge. Con el tiempo aprendió italiano con el
único afán de comprender aquellas noventa páginas. No obstante, con las notas
escritas en español pudo irse haciendo una idea de la historia que narraba
aquel libro tomando conciencia que los libros poseen secretos muy bien
escondidos.
Nunca dejó de ir a la
Cuesta Moyano cada sábado, incluso después de haber fallecido su abuelo. Sacó
oposiciones a Bibliotecas y hoy es un experto que navega en el mundo oculto de
un libro. Tiene verdaderas colas de lectores para aceptar sus consejos. En su
casa tiene una habitación dedicada a biblioteca donde están expuestos los
volúmenes que heredó del abuelo; cada día descubre algo nuevo, sobre todo las
notas adyacentes de su abuelo. Reflexiones, frases…
¿Qué contaba Angeli del
fango?” … Giorgio el cuatro de noviembre era un joven estudiante de Bellas
Artes en Florencia. Con la crecida del río Arno que llegó a alcanzar la altura
de cinco metros. 5000 familias perdieron sus
viviendas, 6.000 negocios tuvieron que cerrar. 101 personas perecieron bajo las
aguas. Jóvenes estudiantes de arte, entre ellos, Giorgio, no solo eran
fiorentinos, sino que algunos viajaron hasta Italia con el único fin de ayudar.
Se contó con la colaboración de fuerzas armadas de diferentes países para
salvar las joyas del Renacimiento. La Galería de los Uffizi para evacuar piezas
del museo como Magdalena penitente de Donatello, Cristo Crucificado de Giovanni
Cimabue, y Puertas del paraíso de Lorenzo Ghiberti, libros y pergaminos de
archivos y bibliotecas, como los archivos de la Ópera del Duomo, la tercera
parte de la colección de la Biblioteca Central nacional… A estos rescatadores
de tesoros se los conoció como Los ángeles de barro.
PD. Cristo
Crucificado de Giovani Cimabue que muestra la foto estuvo más de 12 horas
sumergido en el lodo. Más de un 60% de la obra se perdió lo que conllevó 10
años de restauración.
Ángeles Cantalapiedra, escritora
©La vida secreta de las mariposas ©Un
lugar al que llegar ©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres
descosidas ©Sevilla... Gymnopédies
viernes, 25 de septiembre de 2020
JARRÓN CHINO
¿Quién no ha tenido alguna vez un jarrón chino en su casa, aunque fuera de imitación? Hubo un tiempo que en las listas de bodas había una pieza de esas y si no la había, te la regalaban igualmente; a mí me regalaron tres y con las mismas, se los cedí a mi madre que gustosamente pasaron a engrosar el cúmulo de chismes decorativos que no servían para nada, pero quedaban tan monos haciendo bulto en una estantería o en una rinconera.
lunes, 16 de marzo de 2020
LA CITA
- Abre, llevo media hora en la puerta llamando.
Me fui dando golpes contra las paredes del pasillo. No encontraba las llaves, tuve que volver al dormitorio hasta que por fin pude abrir. Entró como un huracán a la cocina y se puso a hacer café. Yo me senté, era una zombi frente a mi amiga llena de vida y energía.
- Te dije que cuando regresaras, me mandaras un mensaje, o si no regresabas, igualmente avisabas, ¿no te acuerdas?
- Habla más bajo, me duele la cabeza- solo pude articular esa frase. Trataba de hacer memoria de lo que me estaba hablando cuando mis ojos chocaron con una cajetilla de tabaco encima de la mesa…
- Andrea, el único defecto que tiene es que huele a gallina…
- ¡Has vuelto a quedar con él! Ay si tu padre levantara la cabeza, un republicano de pro…
- Deja a mi padre quieto.
- Pues tu madre, una feminista de toda la vida… ¿No es mejor que sigas pensando en lo de la vida contemplativa?
- Andrea, me estás levantando dolor de cabeza, cállate un poco.
- Dime que no has quedado y me callo.
- Sí, he quedado esta tarde. Me quiere presentar a su pareja.
- ¡Ah!... ¿Te enseñó una foto? Seguro que es mentira
- No miente, y se llama Fernando.
- ¿Quién se llama Fernando?
- Su pareja, Andrea.
©Un lugar al que llegar ©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies
miércoles, 12 de febrero de 2020
UN LUGAR AL QUE LLEGAR
No os puedo negar el vértigo que me produce cada vez que presento un nuevo trabajo, pero la ilusión me arrastra. Ahora que estoy corrigiendo las pruebas de imprenta y la estoy releyendo de nuevo, os puedo decir que no os va a defraudar.
He querido titular esta invitación a la lectura con la frase Cuando la vida te da una segunda oportunidad, puesto que es, sin ningún género de dudas, el principal leitmotiv de la novela. Los personajes que pueblan estas páginas tienen comportamientos toscos y duros, quizás por ese caparazón que les protege de una vida hostil y llena de contrariedades. Por si esto fuera poco, todos están buscando su lugar en un mundo al que tienen que hacer frente. Ahí es donde la inteligente pluma de Cantalapiedra juega su papel y concede a sus personajes una nueva vida, a pesar de que el peso del pasado siempre se convierta en un contrapeso atenazador.
Un lugar al que llegar, el quinto trabajo narrativo de Mª Ángeles Cantalapiedra transita por un terreno que se mueve entre el thriller y la novela psicológica, y es ahí donde su literatura sigue dando lo mejor de sí misma. Nuestra autora no trabaja con tabús preconcebidos, puesto que no duda en narrar con rigor y respeto los aspectos más crudos de nuestra sociedad. Ahí es donde radica el éxito de sus novelas. Cuentan historias que nos hacen ser mejores personas, sintiendo empatía por el prójimo, aunque quizás esté pasando malos momentos, o no se comporte de la forma más aceptada socialmente..."
Gabriel Neila
domingo, 9 de febrero de 2020
EL HOMBRE DEL SAXO
- Nada, no me pasa nada- y detrás de mi respuesta, aún más llanto.
- Me llamo Mariano y, ¿tú?
- Belinda-dije seca, lacónica-… ¿Sabes tocar otra cosa?
- No. El saxo es de uno que dormía junto a mí a orillas del Manzanares. Se murió abrazado a él y yo me lo llevé. Soy autodidacta.
- Lo haces muy mal.
- Lo sé, pero a mí me gusta ese sonido, lo he inventado yo, y me suena a mí.
- Nunca, Belinda, nunca. Soy yo y me gusta, me hace feliz- me ha vuelto a mirar con la ternura de un padre cuando abraza en la distancia a un hijo- Y tú, ¿cuándo vas a abandonar la nostalgia?
- Nunca, Mariano, nunca. Me hace sentir cerca de lo que amo y no está en este asfalto que pisamos.
M Ángeles Cantalapiedra, escritora
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies
martes, 4 de febrero de 2020
EL ESCORT COMPLACIENTE
Jaime no tiene familia, vive en
el barrio de la Concepción de Madrid, un tercer piso heredado de su madrina.
Humilde piso decorado con un gusto exquisito. Las vecinas le adoran por su educación y belleza y los vecinos le
admiran como le envidian; es un punto histriónico en un barrio tan humilde ver
salir en esmoquin a un vecino o irse de viaje con maletas de Louis Vuitton pero…, así es Jaime.
Estudió Historia del Arte para
nada o para mucho, depende como se mire. Al año de haber acabado la carrera,
sus padres se mataron en un accidente de coche; tuvo que renunciar a la
herencia porque todo eran deudas. Sin casa, sin trabajo, se fue a vivir con su
madrina, doña Engrasi, viuda y catalana
de pura cepa viviendo en Madrid por amor toda su vida y en el barrio de la
Concepción. Aprendió catalán para hacerla feliz y lo que en un principio le
pareció una pérdida de tiempo, el tiempo le hizo comprender que de inútil nada
pues ahora su trabajo casi siempre era el puente aéreo Madrid Barcelona.
Una noche, después de haber
estado dando tumbos buscando trabajo, se pasó por Blazer, un lugar de copas. Se pidió un par de
tequilas para ahogar su frustración, cuando oyó a su lado una voz que se
dirigía a él.
-
¡Qué hermoso eres! Pareces un
Apolo. ¿Me acompañarías a una fiesta?
Jaime se volvió hacia ese acento
hispanoamericano y vio ante sí a una mujer entrada en años, de aspecto cuidado.
Se puso a hablar con ella, ¡qué mujer más culta! Se pasaron la noche charlando.
Ella acaudalada viuda venezolana viajaba por Europa. Al final, cuando ya
amanecía, ella le ofreció que le pagaría una buena suma de dólares si le
acompañaba no solo a la embajada francesa a una recepción en la embajada
francesa sino, además a recorrer Italia. Dicho y hecho, así comenzó su carrera
de Escort –“Persona que actúa
como acompañante remunerado, es decir, alguien a quien un cliente paga por
acudir con él o ella a reuniones, fiestas, salidas a otra ciudad, etc. con estudios, y capaces de
ofrecer interesantes conversaciones La contratación puede
incluir o no sexo”-
Jaime lleva nueve años en este negocio. No pertenece a ninguna agencia,
va por libre y cobra quinientos euros la noche y en efectivo. Su tapadera es
ser modelo y su book es solicitadísimo por las mejores agencias; su último
trabajo para la revista Esquire y GQ le ha lanzado al estrellato efímero como
el gentleman más deseado del momento.
Pero él sigue feliz viviendo en el Barrio de la Concepción de Madrid, su
verdadera esencia, donde, cuando llega y después de una ducha, vuelve a ser
Jaime, el de toda la vida con un único sueño: ser marchante de arte algún día.
Jaime baja las escaleras rociando cada recodo de Esencia de Loewe, con
los pies pegados al granito limpio de su humilde y verdadera vida.
M Ángeles
Cantalapiedra, escritora
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo
©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies
jueves, 16 de enero de 2020
SOBRE LAS CUMBRES MOJADAS
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies
martes, 3 de diciembre de 2019
FUI YO
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