viernes, 13 de junio de 2008

CUATRO ESTACIONES CONTIGO


Invierno…
Mira, Lolo, ya están cayendo los primeros copos de nieve; pronto será navidad. El acebo este año está muy hermoso, seguro que tú tienes mucho que ver. Lo has abonado a base de bien y no te enfades, que te conozco, si viene Doña Hortensia a cortar unas ramitas. Sabes que es mujer educada y que te trata como un marqués. No hace falta que te acerques a su casa. Me he dado cuenta que si no apareces por allí en tres días, se presenta aquí a traerte unas cuantas cosillas que rápidamente las guardas en tu nevera particular. Deberías, no obstante, ser más cariñoso con ella, quizá te admitiera en su casa. No puedes vivir así toda la vida. Yo agradezco tu postura, pero reconóceme que no tiene ni pies ni cabeza, claro que tú siempre te has guiado por el corazón, pero en este mundo se necesita usar más lo sesos si no, ya verás cómo terminas.
¡Quién te ha visto y quién te ve! Pareces un pordiosero, sucio y lleno de rasguños y el otro día vi como te pegabas con uno. Pues que sepas que con tipos así, tienes las de perder, total, tú no estás acostumbrado, siempre has sido un señorito.

Primavera…
Cómo me reí el otro día, Lolo, cuando te encaraste con mi hijo. Sí, tenías razón, pero ya ves sólo lograste que te diera una patada y estuvieras cojeando un par de días. Es mala gente aunque sea sangre de mi sangre. Él solo quería el dinero, cuando lo tuvo, se olvidó de todo y de todos. Ya desde pequeño apuntaba maneras; fue un chiquillo muy consentido por su madre y los libros le llenaron la cabeza de pájaros. Jamás logré que bajara al campo para que supiera lo que costaba ganar un real. Pero en fin… ¿Has visto ya los brotes de las hojas, Lolo? Va a ser una primavera lluviosa, ya verás, no hay más que oler la tierra. Ya sé que la lluvia a ti te vuelve loco, pero tanta humedad para los huesos tampoco es buena. El invierno ha sido duro y no te ha sentado nada bien. Te noto un poco mustio. Anda, ¿por qué no te acercas al bar a tomar un café? Eutiquio te quiere, seguro que te pone uno. Anímate, Lolo… Me aflige verte así. Fíjate, con tal de que estés contento, te dejo que te vayas de “picos pardos”.

Verano…
Lolo despierta. Quítate del sol, te vas a coger una insolación. ¡Por dios! Tienes el cuerpo lleno de hormigas. Baja al arroyo a quitarte la porquería.
¿Qué ha pasado con Doña Hortensia? Hace mucho que no viene. Acércate a ver qué pasa y me cuentas… Anda, vete a que te den de comer, Lolo, cada vez estás más delgado.
¡Lolo levántate! Que viene Anselmo y te va a dar con la pala. Sé que te quiere ver muerto.

Otoño...
Siempre nos gustó el otoño, ¿verdad? Es romántico… ¿Te acuerdas cuando íbamos al bosque a coger palos y castañas? Corrías y corrías por la alfombra amarilla y cuánto más secas estaban las hojas, mejor, más ruido hacían… Anda, despiértate, seguro que aún hay dentro de ti esa alegría que tanto me gustaba… Lolo, por favor, no te vayas.
¡Cuánto tengo que agradecerte! Te has sentido huérfano y ni un lamento. Tu vida en estos últimos tiempos ha transcurrido debajo de este ciprés. De vez en cuando, levantabas tus ojos, cada vez más tristes y perdidos hacia el cielo en busca de aliento, o gemías en medio de la noche porque tu soledad pesaba demasiado y, a pesar de todo eso, has seguido a mi lado.
Mi viejo Lolo, ¿sabes? Nadie ha sido tan fiel a mí, ni siquiera mi difunta Candela. En este tiempo me has hecho mucha compañía, la muerte me ha parecido menos solitaria junto a ti. Y tú te has jugado la vida, te han tomado por loco. Hasta has lamido mi lápida buscando el calor de tu amo…, hasta que las fuerzas te han abandonado.
Descansa en paz mi perro fiel.

9 comentarios:

josé javier dijo...

Te sigues superando, querida amiga. Al llegar al final lo he tenido que leer de nuevo, esta vez sabiendo quién es Lolo...
Buen guiño al paso del tiempo, de la vida en definitiva. ¡Bravo!
Un besito sevillano.
J.J.

Anónimo dijo...

Mª Ángeles, me alegro mucho de que nos hayamos cruzado en este vaivén de mensajes y comentarios. He pasado por tus blogs y me han parecido muy buenos. Los he añadido a mis enlaces y te visitaré y seguiré leyendo.
Un saludo

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

JJ buenos días. Gracias por tus palabrillas; es un ejercicio de orfandaz para el tema del mes en el taller literario y como me gustan tanto los perros pues...
Un bessote grande

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Muchas gracias Panchoflecha; eso he hecho yo.
Un saludo

Yeli dijo...

En casa tenemos en estos momentos 7perros y 4 caballos y através de los años hemos visto dormir a varios buenos compañeros de la vida. Muy lindo tu relato y muy sensible.
Un abrazo
Yeli

Unknown dijo...

Podías haberlo titulado: "La cuatro estaciones de Lolo". ¿Eso del "contigo" fue para despistar?
¡horror la escena de las hormigas!.

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Muchas gracias Yeli por tu visita y ya sabes que el mejor amigo del hombre es un perro.
Un beso

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Jaume, jajajaja, eres de traca con lo de las hormigas. Nunca se me olvidará un entierro, el de la madre de un amigo, cómo salían de una tumba cercana, en mi vida he visto tantas hormigas. puajjj, para qué me lo habrás recordado.
Un beso cansado

misticaluz dijo...

Preciosoo, me encanta lerte, que gustazo. Un abrazo