La mañana ha
nacido plagada de nubes grises, un abanico digno de mirarse mientras tú te
vistes de azul y respiras un aire suave y bebes a sorbos tu primer café.
Alguien por los
mundos cibernéticos sugiere leer esto, lo otro y lo de más allá, te da los
buenos días y me dejo arrastrar encantada pues mi cabeza, aún virgen a estas
horas, despierta queriendo saber, pero no saber lo de siempre, lo de todos los
días que envenena el ánimo y te hace dar traspiés ya en el alba. No, algo que
abra mis poros y me deje sentir que el mundo es otro además del que existe y me
muestra reiteradamente la misma faz desagradable y doliente.
Comienzo leyendo
poesía, Neruda, Hernández, Salinas, incluso algún poeta que no conozco. Luego,
instintivamente, sin darme cuenta, buceo algo que clame la sensibilidad, que
pinte mi percepción de sonrisas, de ánimo, de positividad.
Porque estoy
harta de políticos, ladrones, criminales, maltratadores, estrellas rutilantes
del firmamento futbolístico… Y es una hartura incongruente pues lo que hago es
echarles la culpa a ellos y mirar hacia otro lado, y esta mañana en el poso del
café me estaba esperando una pregunta “¿Qué haces tú para mejorar todo aquello
que te irrita?” Mis ojos dormidos leían los posos sin ver y una segunda
pregunta, esta vez era el azúcar quien me preguntaba, “¿Huir esa es tu
respuesta?”
Como me eran dos
preguntas incómodas, las he aparcado y he seguido viaje por la autopista de la
información hasta que una amiga sugiere a hora temprana que leamos un artículo
de Aberasturi y allá que me ido.
Me gustó, me
gustó mucho y me hizo trasladarme a cuarenta y ocho horas antes. Era la noche
de San Juan, estaba atardeciendo y mi ciudad, Valladolid, se hallaba más silenciosa
de lo habitual. El calor nos había regalado una tregua a todos.
Recuerdo que íbamos
paseando despacio, tranquilamente y casi sin rumbo, simplemente por el placer
de dejarse llevar cuando, por una calle que bajaba hacía el río vi dos escenas
que me encandilaron e instantáneamente me enamoraron…
La primera, un
anciano con sombrero de paja, camisa abotonada hasta el cuello, en silla de
ruedas y encima de sus piernas descansaba un bastón. La silla en cuestión iba
empujada por un chico joven, no más de veintidós años e iba dando animada
conversación al anciano; solo pude oír este fragmento:
-Abuelo, tú no te
asustes porque habrá mucha gente pero te lo voy a enseñar todo. Seguro que las
hogueras ya están encendidas.
-Tira, tira, tú
tranquilo. Para mí esto es una aventura. Luego compramos churros, pero no se lo
cuentes a tu madre que nos pela. Vive obsesionada que todo me cae mal al
estómago.
Caminamos un rato
tras de ellos y sentí ternura y amor.
Segunda escena,
llegábamos al paseo de las Moreras. Abarrotado de gente, policías
organizando para que nada quedara al
azar y pasan por nuestro lado dos mujeres de distintas edades; bien podían ser
madre e hija. Iban agarradas del brazo en amena conversación y señalando con
sus dedos a uno y a otro lado. En un momento dado la mujer más joven apoya la
cabeza en el hombro de la otra mujer. Escuché sus risas y como la mano de la
más mayor acariciaba el rostro de la más joven.
Escenas menudas,
simples, pero reconocedme cargadas de belleza. Esa belleza humana que hoy no se
ve o no queremos ver.
…He vuelto a los
posos del café, al azúcar y he tratado de analizar sus preguntas. No me esculpo
de mi actitud, la rabia y el rechazo, no me abandonan, pero quiero pintar mi
mundo de colores y que mi gesto lo copien otros o yo lo copie de ellos. Tal vez
nuestros hechos hablarán más que nuestras palabras e induzcan a otros a
imitarlos.
PD Os recomiendo
leer este artículo… http://grego.es/?p=8485
2 comentarios:
Yo también pido justicia, no venganza ante los males del mundo y también veo que la mayoría de las personas anhelamos vivir en paz, y que esos gestos sencillos en los que te has fijado encierran un mundo de amor...Eso también es noticia, lo que pasa que es buena noticia.
Me gusta tu relato..., hace pensar. Gracias.
Mi muy, muy querida amiga.
Esta frase esta sensacional " estoy harta de políticos, ladrones, criminales, maltratadores, estrellas rutilantes del firmamento futbolístico "
Me identifico plenamente contigo.
Te quiero mucho
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