jueves, 14 de marzo de 2019

LA CHAQUETA


Te conocí en Rodrigo de Triana sentada en una banqueta de la Bodega de Vargas tomando un café triste y frío. Tu cara menuda, aquel gesto tan tuyo de esconder la cabeza por vergüenza, el rascarte la sien izquierda convulsivamente. Tu lengua mojando tus labios resecos de palabras. Tus manos de dedos afilados juntándose para sentir la valentía que te faltaba. Aquel pelo lacio de un trigo descolorido. ¿Y la nariz? Tan chiquita como tú misma, respiraba a trompicones.
Sí, recuerdo el calor, caía como un centauro sobre nosotros, ya se sabe cómo es Sevilla cuando llega la caló, y sin embargo tú llevabas chaqueta; temblabas de frío. Te miraba y te miraba, había algo en ti que se me escapaba. Tu mirada huidiza me clamaba pero no sabía el qué.
El grupo comenzó a charlar animadamente y sé que escuchabas. A veces te asombrabas, otras reías y muchas te evaporabas hasta que, sin darte cuenta, tu piel se desnudó; te quitaste la chaqueta y mis ojos acusaron el dolor.
Rasguños de cicatriz, moratones recientes; no pude seguir, habías pillado mis ojos grapados a tu piel.
Corriste a buscar tu chaqueta, te la pusiste del revés y te levantaste precipitadamente. Corrí tras de ti hasta alcanzar uno de tus brazos; paraste. No por mi fuerza sino por el tormento de mis dedos en tu piel. Entonces vi tus ojos, tus ojos llenos de nubes. Luego llegó la tormenta.
Palabras mudas, silencios y así fui desgranando tu triste existencia… A veces es tan duro ser mujer que no hay valentía posible para ciertas realidades.
Te acuné en mi pecho, no tenía práctica, pero tú te dejaste porque de mujer a mujer hay algo invisible que une.
No pudiste superar el miedo. Esa misma noche, el amor rabioso, el amor celoso, el amor que destruye…, te fulminó.
Vi tu historia negra en el Diario de Triana y aún me pregunto, ¿qué pude hacer por ti y no hice?
M Ángeles Cantalapiedra, escritora
©Largas tardes de azul ©Al otro lado del tiempo ©Mujeres descosidas ©Sevilla...Gymnopédies
Fotografía de Jesus Daza. Siempre le robo alguna instantánea pues son de una belleza singular; la de hoy para mí es un simbolismo de la soledad del hierro y la piedra de un Triana que sufre la lucha muda de cualquier mujer.

1 comentario:

Reina Letizia dijo...

A mí sólo me acunaron en la cuna. ¿Sabes que en España está aumentando la natalidad?

Besos de Reina